domingo, 4 de octubre de 2009

Li Poh . Fiesta y otros poemas.

En la humilde fiesta donde me solazo
aunque vaya solo, vamos siempre tres,
contando a la luna que va de mi brazo
y mi alegre sombra que viene después.
Un odre de vino bajo el brazo llevo
y a orilla del lago vamos a beber,
por suerte la luna,mi amiga, es abstemia,
mi sombra, que tonta, jamás tiene sed.
Con el rubio vino la alegría es fácil,
no hay pena que enturbie mi loco placer
si canto, la luna canta conmigo,
si bailo, mi sombra remeda el vaivén.
Y cuando con la última gota de vino
volvemos a casa muy juntos lo tres
la luna me sigue haciéndome un guiño,
mi sombra, !que torpe¡ se enreda en mis pies.

Li Bai (chino: 李白, pinyin: Lǐ Bái, Wade-Giles: Li Pai) (701-762) fue un poeta chino considerado el mayor poeta romántico de la dinastía Tang. El carácter 白, pronunciado bái en mandarín moderno, tenía en el pasado una pronunciación alternativa bó, motivo por el cual su nombre se transcribía antiguamente como Li Po, representación según el sistema Wade-Giles de esta pronunciación obsoleta.
También conocido como Li Bai,(701-762?)Junto con Tu Fu es el más grande de los poetas chinos. Es también Una de las figuras más excepcionales de la literatura china, por su carácter, su estilo de vida, su espíritu libre y su genio poético. Cuando el poeta Chin-chang lo conoció, lo llamó "Un inmortal exiliado en la tierra". Nativo de Szechwan, a los veintisiete años dejó su provincia natal y viajó por todo el país. Estudió y entrenó con varios maestros taoístas y llego a ser un gran adepto.Su dedicación al taoísmo aumentó aún más su espiritu de libertad. Llegó a ser también un gran maestro en el arte de la espada, y viajó por china como caballero errante, durante largo tiempo.Se casó con una joven de una prominente familia, lo que lo retuvo a las orillas del lago Tung Tin durante un tiempo. En el año 742 fue llevado a la corte, y allí gozó de gran privilegio. Sin embargo, la envidia de sus adversarios hizo que lograran desacreditarlo implicándolo en la rebelión de An Lu-Shan, y consiguieron que se lo desterrara a Ye-Lang en Yun- Nan. Pero la sentencia se abolió antes de que llegara a destino.
Fue un gran bebedor, y se jactaba de "comer como un tigre, y beber trescientas copas en una sentada" . En una ocasión, un enviado del emperador lo fue a buscar a las montañas para pedirle que acudiera a la corte. Li Po estaba en una posada, profundamente borracho. ANte el pedido del emisario, rehusó la invitación diciendo: " Dígale a su majestad que su servidor es un dios del vino "
La pureza y la libertad del espíritu Taoísta se ven plasmadas en varios de sus poemas.
La leyenda dice que murió en una noche de borrachera tratando de abrazar la luna en el río Yangtze, la fecha de su muerte es incierta. De cualquier modo, en China no se lo considera como a un humano, sino como a alguien que alcanzó el estado de inmortal.
Aproximadamente mil poemas suyos subsisten en la actualidad. El mundo occidental introdujo los trabajos de Li Po a través de muy liberales traducciones de versiones en japonés de sus poemas, realizadas por Ezra Pound (polifacético artista estadounidense)
El mundo occidental introdujo los trabajos de Li Po a través de las traducciones de versiones en japonés de sus poemas, realizadas por Ezra Pound. Li Po es conocido por su imaginación extravagante y las imágenes taoístas vertidas en su poesía, a la vez que por su gran amor a la bebida. Li Po pasó gran parte de su vida viajando, situación que se pudo permitir gracias a su relajada situación económica.

Otra versión encontrada de este poema es:

En la humilde fiesta con que me solazo
aunque vaya solo siempre somos tres:
contando a la luna que brilla en el cielo
y a mi sombra que entonces viene también.

Un frasco de vino bajo el brazo llevo
y a orillas del lago vamos otra vez.
La luna se enferma despidiendo estrellas
y mi sombra – ¡qué tonta! – se enreda en mis pies.

De retorno a casa, la luna solloza,
mi sombra se arrastra por muros sin sol,
y yo, tambaleando con la noche a cuestas,
avanzo colgando de árbol en farol.

La luna ilumina los caminos rotos
con luz peregrina y resplandor audaz,
y mi sombra sigue por la otra vereda
para prevenirme que yo estoy de más.

A veces me paro bajo el alumbrado
para echarme un sorbo lleno de sabor.
La luna me estira su lengua dorada
pero no mi sombra que atrapó un dolor.

La enterramos bajo una pequeña palma
cuando muerta y tiesa la encontré una vez.
Recuerdo a mi sombra y se me quema el alma
porque ahora nunca más seremos tres.

        De noche
  Agua diáfana... luna clara... 
En el resplandor de la luna, vuela una garza.
 ¡Escuchad! Las doncellas recolectoras de castañas de agua,
 inundando de canciones la senda, retornan a casa.

      A mi amor lejano
Cuando estabas, las flores llenaban la casa. 
Y al irte, dejaste el lecho vacío. 
La manta bordada, doblada, permanece intacta. 
Tres años ya han transcurrido, pero tu fragancia no se disipa. 
¿Dónde estarás, amor mío? 
Te añoro, y de los árboles caen hojas amarillas. 
Lloro, y sobre el verde musgo brilla el rocío. 

     Libación solitaria bajo la luna
Rodeado de flores, ante un jarro de vino, 
libo solo, sin compañera. 
Alzo la copa, y convido a la luna. 
Ella, mi sombra y yo, venimos a ser tres amigos. 
Aunque la luna no puede beber, 
y mi sombra en vano sigue a mi persona, 
las tomo por transitorias compañías. ;
Divirtámonos, amigas, antes de que pase la primavera! 
Canto, mientras la luna pasea. 
Bailo, mientras mi sombra vacila. 
Antes de mi embriaguez nos entretenemos juntos. 
Y cuanto estoy estoy ebrio, se deshace nuestra compañía. 
Oh, luna! Serás mi inmortal amiga, 
nos veremos a menudo, a través de la Vía Láctea. 

     Una noche entre amigos
Para ahuyentar las eternas tristezas mundanas, 
nos entregamos a beber, por centenas de jarros. 
La hermosa noche invita a largas pláticas, 
y la brillante luna nos quita el sueño. 
Ya ebrios, nos acostamos en la yerma montaña. 
El cielo es nuestro cobertor, y la tierra, nuestra cama

           Exhortación
¿No ves, amigo mío, que las aguas del río Amarillo fluyendo 
                                                                    [del firmamento, 
se precipita hacia el mar para no volver? 
¿No ves que nuestros padres se lamentan de sus cabellos 
                                                [canos ante el espejo plateado, 
que las sedas, negras por la mañana, con el crepúsculo, 
                                           [blanca nieve se han tornado? 
¡Entreguémonos a libar mientras podamos, 
y no dejemos vacía la copa dorada frente a la luna! 
Los dones que me concedió el cielo, no se han de 
                                                             [desperdiciar. 
Al gastar mil onzas de oro, volveré a tener otro tanto. 
¡Guisemos carneros, matemos reses y divirtámonos! 
¡Apuremos trescientas copas en un solo encuentro! 
¡Vamos, maestro Qing y querido amigo Dan Qiu!  
No dejéis vuestras copas ni un momento. 
Os voy a cantar una balada, y escuchadme todos atentos: 
Nada representan para mí gongs, tambores ni platos exquisitos, 
y no desearía más que una ebriedad perpetua. 
Todos los santos y sabios del pasado se quedan en soledad.
 Sólo los grandes bebedores conservan su fama.