Antes que tú, tal vez, yo he de morir,
pero oye, si fuera así
no le digas jamás a los pequeños
que me viste morir.
Si aún lo son para entonces
cuando los oigas preguntar por mí,
diles que fue preciso cierta tarde
que partiera, y partí,
¿ Hacia dónde? ¿ a dónde fui?
hacia un lejano, muy lejano país,
¡que nunca por mi ausencia lloren!
que a tí y a ellos ¡los espero allí!
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