domingo, 21 de marzo de 2010

Glosa a la Soleá. Toito te lo consiento..Rafael de León

GLOSA A LA SOLEÁ

toito te lo consiento, serrana,
menos faltarle a mi mare
que a una mare no se encuentra
y a ti te encontré en la calle.
¡Vete, vete! si no te tié cuenta.¯

¿Te acuerdas de aquella copla
que escuchamos aquel día
sin saber quién la cantaba
ni de qué rincón salía?
Pero qué estilo, qué duende,
qué sentimiento y qué voz,
creo que se nos saltaron
las lágrimas a los dos.
"Toíto te lo consiento
menos faltarle a mi mare
que a una mare no se encuentra
y a ti te encontré en la calle".

No vayas a figurarte
que esto va con intensión.
Tú sabes que por tí tengo
grabao en mi corazón
el queré má puro y firme
que ningún hombre sintiera
por la que Dios uno y trino
le entregó de compañera.
Pero es bonita la copla
y entra bien por soleares:
"Toíto te lo consiento
menos faltarle a mi madre".

Y me enterao casualmente
de que le faltaste ayé
y mí nadie me lo ha dicho,
nadie, pero yo lo sé.
Yo tengo entre dos amores
mi cariño repartío
si me encuentro a uno llorando
es que el otro le ha ofendío;
y mira, yo no me quejo
de tus caprichos constantes.
¿Quieres un vestío? ¡catorce!
¿quieres un relój? ¡de brillantes!
Ni me importa que la gente
vaya de mí murmurando
que si soy pa ti un juguete,
que si me has quitao el mando,
que en la diestra y la siniestra
tienes un par de agujeros
por donde se van los mares
los ríos de mis dineros...
Con tal de que de mi vera
nunca, nunca te separes.

Mira,toíto te lo consiento
menos faltarle a mi madre.
Porque ese mimbre de luto
que no levanta su voz
que en seis años no ha tenío
contigo ni un sí ni un no;
que anda como una pavesa,
que no gime ni suspira,
que se le llenan los ojos
de gloria cuando nos mira.

Que me crió con su sangre,
y me guiaba la mano
para que me santiguara
como todo fiel cristiano,
y a las candelas del hijo
consumió su juventúd
!cuando era cuarenta veces
mucho más guapa que tú¡

Tienes que hacerte a la cuenta
que la has visto en los altares
hincarte de rodillas
antes de hablarle a mi mare;
porque el amó que te tengo
se lo debes a su amó,
que yo me casé contigo
porque ella me lo mandó¡

Conque a ver si tu conciencia
se aprende esta copla mía
muy semejante a aquel canto
que escuchamos aquel día
sin sabé quién lo cantaba
ni de qué rincón salía:

A la madre de mi alma
la quiero desde la cuna,
¡por Dios! no me la avasalles
¡que madre no hay más que una
y a ti,a ti te encontré en la calle!

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