sábado, 20 de febrero de 2010

UN BRINDIS EN MI PUEBLO. ESTEBAN REJON TEJERO

En torno de una mesa de cocina
una tarde en mi pueblo
hablaban, cantaban y bebían,
eran Dzol, Chel y Cheto.
Sus lenguas que por ratos parecían
lenguas de tres cocheros,
daban dzejeretazos en las muelas
del poblano silencio.

El humo del joloch de sus cigarros
haciendo roscas se elevaba al techo,
entraba el ha tza ha y volvía nada
el humo que les cuento.
Pero en todas las bocas había ajos¡
choc huil de alcohol en todos los cerebros
y a medios chiles en la mesa fajos
de mucuy che, mistela y habanero.

Me daba risa ver aquellos tipos
aquel rol de mi pueblo
del que brotaba un cuento colorado
o un chiste de los buenos,
lo mismo que puntadas de pichorra
tejidas en un verso.
A cada nuevo farolazo
todos se sentían mas tiernos
y aquel choc huil de alcohol
mas se embutía en esos tres cerebros,
con el control tan roto
que ya veian dar vueltas al techo.

Olvidaba decir que aquella tarde
dzol, chel y cheto
celebraban a xchepa, la gallina,
que puso su primer huevo
martes trece, cinco pa la una
bajo de un hamaquero,
motivo por el cual era de suerte
comerla en un buen puchero.

Una voz de cañoto bien rajado
gritó desde el traspatio a la cocina,
!las cinco majaderos¡
que jan jan vengan a embutir su almuerzo,
que brinden porque termine la pachanga,
que brinden por mi pueblo¡,
!que brinden por mis hijas
que están pulpa¡
pregúntenselo a Cheto,
!por el trajín que tengo en la cocina
que es mi negro destino¡,
!por el caldo jugoso de gallina
colado como vino
en el fustán Kiritz de mi sobrina¡
!Que brinden con saliva y con paciencia
por esa mi negra conciencia
al poner la gallina en la matanza¡
!que brinden por el Bobox que es algo fino¡
por el tuch que es tambien divino¡
por el Cul, por el Moch y por la Panza¡

!Bravo¡ gritaron todos, inspirado
y hasta un poco pasado
estuviste en tu cuento aparatoso,
El turno toca a Dzol, que alce su copa
y aunque esté ya hecho una sopa
que brinde por aquel su Bacalao.
Trago y brindo, clamó el ejidatario,
!brindo por el pasado tan ruín
que fuera mi desgracia un día¡
se acabó para siempre en lucha cruenta
como la Nohoch cuenta
que era una estupidez de porquería¡
!Brindo por el presente. hoy doy cintura
y no como el ayer ya tan pasado
en que el hijo del amo siempre trucha
venía y juelastucha
se volaba dulcemente mi pescado¡

!Yo brindo, dijo Chel¡
porque a Chente le arranque yo ese diente
de oro, cuyo brillo me devora¡
porque le dé un magnífico sablazo,
le dé un dzejeretazo
!y se marche conmigo su señora¡
!Brindo por que mis versos y mis tretas
se tornen en pesetas
y vuelva yo a tener mi guardadito
y vuelva con mi hijo y esa ingrata
que a trancazos me mata
porque no quiere verme borrachito¡

Siguio la tempestad de frases vanas
boladas campechanas
chistes buenos y malos y con todo
se armó la discusión y de repente
como hecho consiguiente
volaron trompadas, copas , todo....

Se brindo por las hembras
los amores y los alrededores,
por el trago, por Chepa y Juana
el puchero y el chocolate y otras cosas
que borran nuestras horas más latosas
y tumban a la mujer de más fina lana.

Solo faltaba un Brindis
el de Cheto, enriquecido en Peto
cortando Chicle según el confiesa,
donde compró una Hacienda que le daba
y en ese Chile estaba
cuando puchum, se vino de cabeza.
Por todos pasteleado alzó su copa,
borracho y casi sin ropa,
trepado como pudo en un asiento.
Todos aplaudieron la puntada
y haciendo letz la copa tan mentada
dijo lloroso con cortado acento;

!Brindo por el amor,más no por ese
que les pone caslocos y les cuece
como si fueran todavía unos tiernos¡
!No brindo por la mujer, tras sus hechizos
nos guarda un par de lisos
muy arrogantes y robustos cuernos¡
Yo no brindo por ellas desgraciados¡
!Brindo por el amor, pero por uno,
el que me dió dulces exesos
y millones de pesos
y oloroso bistec de desayuno¡
!Por mi Hacienda xcaslocos,
ayer sana, con su enorme sabana
y veinte leguas de henequen cortado,
mis tres hembras de ley en el camino
y un hermoso cochino,
criado en el país, pero capado¡
!por mi hacienda llorada y ya perdida
porque ya me la tienen dividida
en ejidos del pueblo¡
!vaca lechera de mi amor que un día
se la heredé a mi tía
que murió por comer frijol acedo¡

!Por ella Brindo yo, dejad que llore
y con lágrimas desflore
este fuerte choc nac que me hipoteca,
!ya no tengo en el banco ningún fierro
solo me queda un perro
y una gallina que está siempre clueca¡

Cheto Azcorra calló,sonó un asiento
imitando un mal viento,
El puchero y el trago en plena lucha
estaban, cuando dijo de repente
la esposa de Chente,
!cuidado que han bebido,juelastucha¡

1 comentario:

  1. Hola, quisiera saber donde encontrar mas material de éste autor<. <<esteban Rejón Tejero por favor.

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