domingo, 21 de marzo de 2010

Las Flores del Mal; Charles Baudelaire

La necedad, el yerro, la culpa, la codicia,
ocupan nuestro espíritu, trabajan nuestro cuerpo,
y como los mendigos se nutren de miseria,
nosotros nos nutrimos de remordimientos.

Nuestro pecado es terco,la contrición cobarde;
nos hacemos muy bien pagar lo confesado,
y creyendo lavar con vil llanto las culpas,
nos volvemos alegres al camino del fango.

En la almohada del mal es Satán Trimegisto
el que sabe mecer y embrujar nuestra alma,
y el precioso metal de nuestra voluntad
evapora su mano químicamente sabia.

El diablo es quien maneja los hilos que nos mueven.
Atractivo encontramos en lo más repugnante;
cada día al infierno descendemos un paso
por tinieblas hediondas y espantosos lugares.

Igual que un libertino que besara y mordiese
el seno maltratado de una vieja ramera,
robamos al pasar un placer clandestino
que exprimimos lo mismo que naranja seca.

Espeso, hormigueante, como un millón de helmintos,
un pueblo de demonios hierve en nuestro cerebro;
y cuando respiramos baja a nuestros pulmones,
como un río invisible, la muerte, a paso quedo.

Si el estupro, el veneno, el incendio, el puñal,
no han bordado hasta ahora dibujos a capricho
en este cañamazo que destino llamamos
es, ¡ay! porque no somos lo bastante atrevidos.

Poeta, novelista y crítico de arte francés, nacido en París en 1821.
Al terminar sus estudios en Paris en 1834, fue enviado a las Antillas por su padrastro, quien quiso alejarlo de la vida bohemia y licenciosa que el joven llevaba. A su regreso a Paris inicia estudios de Derecho en 1840, incursiona en el ambiente literario entablando amistad con prominentes figuras del arte, y empieza a producir textos sobre crítica de arte y poesía.
Considerado como modelo y padre de la poesía moderna, publicó en 1857 su máxima obra, "Las flores del mal", desatando una gran polémica por considerarla como una ofensa contra la moral pública. Luego aparecieron "Pequeños poemas en prosa" y Paraísos artificiales publicados en 1860.
La sífilis que contrajo debido a su vida desordenada, le produjo afasia y una parálisis parcial que lo condujo a la muerte en 1867.
"Curiosidades estéticas", "El arte romántico", "Mi corazón al desnudo" y su "Epistolario" fueron publicados póstumamente. ©

LAS FLORES DEL MAL

Pero entre los chacales, las panteras, los linces,
los monos y escorpiones, los buitres, las serpientes,
los monstruos aulladores, rampantes, gruñidores,
en esa fauna horrible del vicio, ¡uno aparece¡


Más feo todavía, más malo, más inmundo!
Sin gesticulaciones, sin lanzar grandes gritos,
hiciera, por su gusto, de la tierra un despojo,
se tragaría el mundo de un bostezo infinito.

¡Es el tedio! Él nos llena de llanto sin motivo,
y fumando su pipa, imagina cadalsos.
Tú conoces, lector, al delicado monstruo
-hipócrita lector-, -igual a mí-, ¡mi hermano!


Tristezas de la luna

Esta noche la luna sueña con más pereza,
Cual si fuera una bella hundida entre cojines
Que acaricia con mano discreta y ligerísima,
Antes de adormecerse, el contorno del seno.

Sobre el dorso de seda de deslizantes nubes,
Moribunda, se entrega a prolongados éxtasis,
Y pasea su mirada sobre visiones blancas,
Que ascienden al azul igual que floraciones.

Cuando sobre este globo, con languidez ociosa,
Ella deja rodar una furtiva lágrima,
Un piadoso poeta, enemigo del sueño,

De su mano en el hueco, coge la fría gota
como un fragmento de ópalo de irisados reflejos.
Y la guarda en su pecho, lejos del sol voraz.

"El vino del solitario"

La singular mirada de una mujer galante
Que llega hasta nosotros como la blanca luz
Que enviara la luna al lago tembloroso
Cuando quiere bañar su indolente belleza;

Los últimos escudos que tiene un jugador;
Un beso lujurioso de la flaca Adelina;
Los ecos de una música cálida y enervante
Como el grito lejano del humano sufrir,

No vale todo ello, oh botella profunda,
El penetrante bálsamo que tu fecundo vientre
Ofrece al corazón del poeta abrumado;

Tú le dispensas vida, juventud y esperanza
-Y orgullo, esa defensa frente a toda miseria
Que nos vuelve triunfales y a dioses semejantes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario