sábado, 27 de marzo de 2010

LIMOSNA. Autor desconocido

Fue al salir de tu casa, ibas de prisa
temerosa de no alcanzar la misa
pues se te había hecho tarde resolviendo
un conflicto tremendo,
entre el carmín, el bolsín, una horquilla,
la peineta y la mantilla.

Al traspasar el quicio de tu puerta
un pobre se interpuso, mendigando,
contrariada ante gesto tan molesto
ibas a rechazarlo, por supuesto,
mas pensando tal vez en congraciarte
con Dios, para que pueda perdonarte
tu ingratitud y tu crueldad conmigo,
te apiadaste un momento del mendigo
y buscaste una moneda, la de cobre,
la más mezquina que arrojamos al pobre
más que por caridad,porque nos pesa.
Pero, entre todas tus cosas maravillosas
cómplices de tu cruel coquetería
no llevabas monedas, entonces contrariada
de que fueras a dar una moneda de oro,
en un instante de pródiga humorada
abriste de tus ojos el tesoro
y diste por limosna ¡una mirada!.
El mendigo sonrió, cayó de hinojos
y temblando de inmenso regocijo
recogió la mirada de tus ojos
y con otra mirada ¡te bendijo!.

Desde entonces rondando tu morada
ando yo, desfiando tus enojos;
para ver si un día saliendo a misa
en vez de lanzarme una mirada,
me arrojas por limosna ¡ una sonrisa!.

1 comentario:

  1. excelente publicar lo principal del autor y su ficha bibliográfica.

    ResponderEliminar